Dieta en diverticulosis © 2021

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Tengo Divertículos ¿Qué Dieta debo seguir?

Diverticulosis y Diverticulitis

 

Dieta en diverticulosis © 2021

Tengo Divertículos ¿Qué Dieta debo seguir?

Diverticulosis y Diverticulitis

 

Dieta en diverticulosis © 2021

Diverticulosis y Diverticulitis

La DIVERTICULOSIS es la presencia de divertículos en el intestino grueso, son protuberancias o saquitos que se producen por un aumento en la presión interna de la pared del colon, provocando que las capas internas se hernien. Con una dieta pobre en fibra hay más probabilidad de tener estreñimiento y ello conlleva que para realizar las deposiciones se haga más esfuerzo, aumentando así la presión en el colon y, como consecuencia, la formación de estas protuberancias.

Los divertículos afectan más a los mayores de 50 años, y en sexo femenino en un 50 %.

Cuando se inflaman o infectan se produce una DIVERTICULITIS y requiere de atención médica urgente.

Los síntomas dependen del grado de inflamación pero lo más frecuente es el dolor en la parte baja izquierda del abdomen, así como diarrea o estreñimiento, nauseas y vómitos.

La mayoría de veces solo requiere tratamiento médico, pero en un 25 % se complica y requiere cirugía.

El diagnóstico se hace mediante una radiografía con contraste (enema opaco), o con una colonoscopia. El tratamiento es diferente según sea fase aguda de inflamación o no. 

DIVERTICULOSIS : FASE SIN SINTOMAS

La ingesta de fibra dietética se contempla como una medida coadyuvante al tratamiento, ya que promueve heces voluminosas y blandas. Eso junto al ejercicio constante y moderado y reeducación en hábitos defecatorios.

Introducir fibra según tolerancia: 14 g de fibra / 1000 Kcal consumidas. Es decir, entre 20 y 25 g al día.

Reintroducir las legumbres: alubias blancas, guisantes, garbanzos, lentejas, también avena y quinoa, frutas y verduras.

  • Ingestas frecuentes y ligeras, evitando lo que aumenta el peristaltismo: café, zumo de naranja, especias, picantes, semillas y pepitas, temperaturas extremas
  • Evitar alimentos ricos en fibra:  verduras, frutas, legumbres, frutos y frutas secas y productos integrales (muesli, cereales integrales, pan integral, arroz integral…)
  • Preferir la fruta cocida o al horno sin piel, en almíbar sin el jugo Probar alimentos que contienen pectina (fibra soluble con efecto astringente): manzana rallada y ligeramente oxidada, pera cocida, patata cocida y aplastada con el tenedor o en forma de puré, membrillo, plátano maduro, albaricoque.
  • Consumir las carnes y aves sin piel ni grasa visible. Preferir los cortes magros. Mejor el pescado blanco al azul, ya que tiene menos grasa. Evitar la bollería y la repostería y alimentos grasos como aguacate, aceituna y frutos secos.
  • Evitar técnicas grasas como rebozados, empanados, guisos y fritos.
  • Restringir los alimentos y especias irritantes y de la mucosa intestinal como: vinagre, café, chocolate, pimienta, pimentón y guindilla. Evitar el consumo de alcohol y moderar el uso de sal y azúcar.

 

DIVERTICULITIS: FASE AGUDA

En una fase inicial su médico le pautará DIETA ABSOLUTA. Después hay que reiniciar con precaución una dieta pobre en residuo para disminuir al máximo el volumen fecal que pasa por la zona inflamada y así disminuir la presión y el dolor:

  • Ingestas frecuentes y ligeras, evitando lo que aumenta el peristaltismo: café, zumo de naranja, especias, picantes, semillas y pepitas, temperaturas extremas
  • Evitar alimentos ricos en fibra:  verduras, frutas, legumbres, frutos y frutas secas y productos integrales (muesli, cereales integrales, pan integral, arroz integral…)
  • Preferir la fruta cocida o al horno sin piel, en almíbar sin el jugo Probar alimentos que contienen pectina (fibra soluble con efecto astringente): manzana rallada y ligeramente oxidada, pera cocida, patata cocida y aplastada con el tenedor o en forma de puré, membrillo, plátano maduro, albaricoque.
  • Consumir las carnes y aves sin piel ni grasa visible. Preferir los cortes magros. Mejor el pescado blanco al azul, ya que tiene menos grasa. Evitar la bollería y la repostería y alimentos grasos como aguacate, aceituna y frutos secos.
  • Evitar técnicas grasas como rebozados, empanados, guisos y fritos.
  • Restringir los alimentos y especias irritantes y de la mucosa intestinal como: vinagre, café, chocolate, pimienta, pimentón y guindilla. Evitar el consumo de alcohol y moderar el uso de sal y azúcar.

ALIMENTOS RICOS EN FIBRA

Para prevenir la inflamación la dieta RICA en FIBRA es la base del tratamiento

Tabla adaptada para raciones en gramos, donde pone 1 taza es aproximadamente 150 gramos de alimento. Toma nota que cuando miras el etiquetado nutricional de un alimento, por ejemplo, un envase de quinoa, te informa sobre el contenido en fibra en 100 gramos de alimento seco. Después tú lo vas a cocer y aumenta su volumen, por lo que me ha parecido más práctico poner los cereales ya cocidos.

LA DIETA RICA EN FIBRA ES LA BASE DEL TRATAMIENTO

Las tablas están adaptada para raciones en gramos, donde pone 1 taza es aproximadamente 150 gramos de alimento. Toma nota que cuando miras el etiquetado nutricional de un alimento, por ejemplo, un envase de quinoa, te informa sobre el contenido en fibra en 100 gramos de alimento seco. Después tú lo vas a cocer y aumenta su volumen, por lo que me ha parecido más práctico poner los cereales ya cocidos.

EJEMPLO DE DIETA

 Elena Núñez Blázquez.  copyright © 2021

Como puedes ver, si tomas 2 ingestas de verdura y 3 o 4 piezas de fruta pequeñas, puedes llegar a los 25 gramos de fibra diaria recomendados (unos 14 gramos por cada 1000 calorías consumidas). Los días que incluyas un plato de legumbre con verdura, puedes tomar menos fruta.

Aprendiendo sobre la Fibra

Es la parte no digerible de los alimentos, que llega casi intacta hasta nuestro intestino, donde sirve de sustrato para las bacterias de nuestra microbiota.

Existen 2 tipos de fibra: ambas importantes y necesarias

  • FIBRA SOLUBLE: en su recorrido por el intestino, absorbe gran cantidad de líquido formando geles durante la digestión, lo que ralentiza el tránsito intestinal y da saciedad. En este grupo está el almidón resistente, inulina, gomas, mucílagos, pectinas y fructooligosacáridos.

Este tipo de fibra se encuentra en manzana. Pera, plátano, zanahoria, salvado de avena, cebada, las nueces, las semillas, fríjoles, lentejas, guisantes, y almidones cocidos y enfriados como patata, pasta y arroz.

  • FIBRA INSOLUBLE:  Pasa rápido, no retiene líquidos y no es fermentada por las bacterias de nuestra microbiota, acelera el tránsito, aumenta el volumen de las heces, así que ayuda a resolver el estreñimiento. La podemos encontrar en el salvado de trigo, las verduras y los granos integrales.
Recuerda

UNA INGESTA ADECUADA DE FIBRA REGULA LOS NIVELES DE COLESTEROL, PREVIENE ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES, AYUDA A UN MEJOR CONTROL DE LA DIABETES, Y MEJORA LA MICROBIOTA

 

 

Meriendas saludables para niños y adultos

Meriendas saludables para niños y adultos

Meriendas saludables para niños y adultos

Para los Niños el bocata de toda la vida, con pan, pan.

 

 Snacks saludables para los mayores.

Meriendas saludables para niños y adultos

Meriendas saludables para Niños y Adultos

Hoy ha llegado a mis manos una receta que tenía olvidada, la del pan de siempre, o pan milagro hecho en casa en poco tiempo.

Fuente: Pan Milagro

Aprovecho esta magnífica receta para recordar la merienda por excelencia para nuestros niños, el bocata de toda la vida, con pan pan (no de molde); y si es este, hecho en casa, aún mejor.. con nuestro aceite de oliva. Ni batidos, ni bollos industriales, ni bebidas energéticas.

 

Cada niño tendrá su ración, no es lo mismo un niño de 5 años, que uno de 14 años y con extraescolar de futbol. La merienda debe aportar un 15% de la energía total diaria. Por ejemplo para un niño de 6 a 8 años, cuyas necesidades diarias oscilarán según peso y estatura entre 1800 y 1950 Kcal, el bocadillo será de unos 40-50 gramos. Para un niño más mayor y con mayores necesidades, puede llegar a los 60-80 gramos.

 

 

Algunas ideas de bocadillos son:  bocata de jamón serrano con tomate, de atún al natural con huevo y tomate, o de queso fresco untado con loncha de jamón cocido. Acompañadlo de agua mejor que zumo. Si solo quiere zumo, recordad que nunca sustituye a una pieza de fruta y que no ponga néctar, ya que tiene azúcar añadido. Alternad estas meriendas con otras que sean una ración de fruta, para los más peques llevadles al cole un taper bonito con uvas, plátano y gajos de mandarina, mezclados con 3 nueces en trocitos ¡Les va a encantar!

 

…Y como tenemos que dar ejemplo !

Y como los mayores, tenemos que dar ejemplo, y que nos vean tomar SNACKS SALUDABLES, aquí van unas cuantas ideas para tomar a media mañana o media tarde, y aguantar perfectamente hasta la hora de la cena.

 

 

  • TAZA DE UVAS
  • 1 PLÁTANO Y 3 NUECES
  • 4 LONCHAS DE PAVO O JAMÓN COCIDO
  • YOGUR DESNATADO CON PUÑADO DE ARÁNDANOS Y FRUTOS SECOS
  • QUESO FRESCO CON 6 NUECES
  • 2 GELATINAS
  • ZUMO DE NARANJA NATURAL + PUÑADO DE FRUTOS SECOS
  • PULGUITA DE JAMON SERRANO CON TOMATE
  • 2 GALLETAS + 1 QUESITO LIGHT

«Es muy importante hacer pequeñas comidas entre comidas (no pasar más de 3 horas sin consumir alimentos), para evitar picos de azúcar, disminución del metabolismo y ansiedad, pero si éstos snacks son muy calóricos ó no son los apropiados, en vez de mejorar nuestro peso y nuestra salud, vamos a obtener el resultado contrario.«

 

Imagen de trucos fitness

 

 

 

Dieta para la menopausia: Alimentación adaptada a tus síntomas.

Dieta para la menopausia: Alimentación adaptada a tus síntomas.

Dieta para la menopausia

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Dieta para la menopausia: Alimentación adaptada a tus síntomas.

¿Tengo la Menopausia?

 

Preámbulo

La Organización Mundial de la salud define el climaterio como la etapa de la mujer entre los 45 y 64 años, en la que ha ocurrido un cese de la menstruación de más de 12 meses. Los síntomas más típicos suelen ser sofocos, cambios bruscos de temperatura, dificultad para dormir, irritabilidad, cansancio, palpitaciones, dolores de cabeza. A esto se le unen los síntomas a largo plazo, como osteoporosis, ganancia de peso de aproximadamente entre un 6-10%, con una mayor distribución de la grasa en la zona abdominal, y complicaciones cardiovasculares (4)

¿Se puede adelgazar en la Menopausia ?

Perder peso durante y después de la menopausia, es difícil, pero se puede conseguir. Hacer ejercicio y llevar una dieta saludable es indispensable para controlar esos kilos de más ganados en esta etapa. Una de las causas que dificulta esta pérdida de peso es que a partir de esta edad ocurre un descenso en las necesidades de energía de un 5% por cada década (disminuye el metabolismo basal, es decir el gasto metabólico en reposo necesario para mantener las funciones vitales). Está claro entonces que hay que ingerir menos calorías, y además limitar aquellos que contienen grasa, por el aumento de grasa abdominal que sucede en esta etapa. Sin olvidar que además ocurre una pérdida gradual de calcio.

«Hacer ejercicio Ingerir menos calorías.    Consumir alimentos bajos en grasa. Alimentos ricos en calcio y vitamina D.

En líneas generales, una mujer en esta etapa debería tener al igual que cualquier otra persona, una dieta equilibrada y variada sin excluir ni abusar de ningún grupo de alimentos, pero poniendo más atención en:

  • Evitar las grasas saturadas; carnes rojas, lácteos enteros, mantequilla, nata, repostería, embutidos, productos preparados para consumir y que lleven aceite de coco o palma
  • Consumir 5 raciones de fruta y verdura al día. Consumir 4 raciones de pescado a la semana. Como máximo 4 ó 5 huevos a la semana. Consumir 1 ó 2 raciones de legumbre o 1-2 raciones de arroz, patata o pasta, y la cantidad adecuada de pan.
  • Incluir 2 raciones de lácteos desnatados y enriquecidos en vitamina D, para evitar la pérdida de masa ósea. Es conveniente evitar las dietas con exceso de proteína y con fosfatos (refrescos de cola), tienen fósforo y tiene efecto desmineralizante.

Equivalencia de una ración de lácteos 

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Fuente:Belfoodservice

Decálogo de los 10 consejos del estilo de vida a seguir

La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), redacta un decálogo de los 10 consejos del estilo de vida a seguir (5) dónde los dos primeros puntos son de nuevo el control de la dieta y el ejercicio:

  1. Mantener una dieta equilibrada, rica en calcio, evitando sobrepeso y obesidad
  2. Realizar actividad física moderada diaria
  3. Tomar el sol 15 minutos diarios para conseguir un nivel óptimo de vitamina D
  4. Evitar el tabaco
  5. Evaluar los factores de riesgo cardiovascular
  6. Someterse a los controles de mamografías para el diagnóstico precoz del cáncer de mama
  7. Evaluar el factor de riesgo de osteoporosis y someterse a los controles de medición de la densidad mineral ósea
  8. Vivir la menopausia con vitalidad y optimismo
  9. Mantener una vida sexual satisfactoria
  10. Mantener la calidad de vida durante esta etapa

Fuente: Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM)

 

Es recomendable realizar cinco comidas al día, en pequeñas cantidades. Evitar saltarse la cena o tomar sólo una pieza de fruta y un yogur, porque entonces no se incluyen proteínas, imprescindibles para desarrollar la masa muscular.

dieta-rica-en-calcio-de-nutrikalia

La manera de cocinar los alimentos también es importante, controlar la cantidad de aceite, y hacerlo al vapor, horno o plancha para no incluir calorías extra. En cuanto a las carnes, mejor bajas en grasa como el pollo y el pavo, limitando la carne roja. Los pescados mejor blancos, aunque los azules también deben ser incluidos en menor proporción y siempre cocinados a la plancha horno, papillote o a la sal.

En resumen, una dieta equilibrada, baja en carbohidratos, mediterránea o vegetariana flexible con lácteos y huevos, ayuda a perder peso durante la menopausia y después de esta etapa.

Fuente: SaludUnComo

¿Qué ejercicios debo realizar?

Hay numerosos ensayos y estudios para proponer una pauta efectiva en este sentido. En un estudio realizado en Granada en mujeres postmenopáusicas sedentarias, quedó demostrada la utilidad del ejercicio físico pautado para mantener la densidad mineral ósea y mejorar la calidad de vida del grupo de mujeres a estudio, frente al grupo control (6).

La revista Andaluza de Medicina del Deporte publicó en el año 2014, los resultados de un estudio realizado en mujeres postmenopáusicas con sobrepeso: Efectos de una dieta hipocalórica y de un programa de ejercicio físico de corta duración en el perfil lipídico y en la composición corporal (7). La conclusión sugirió que combinar ejercicio aeróbico y de fuerza durante 6 semanas unido a dieta hipocalórica, mejoró significativamente el perfil lipídico, la composición corporal y por tanto la calidad de vida de las mujeres.

Durante la menopausia el ejercicio se vuelve más importante que nunca. Ayuda a mejorar el estado de ánimo, a mantener un buen peso y a proteger los músculos y los huesos. Una buena pauta es una rutina de ejercicio aeróbico de unos 30-40 minutos cada día, por ejemplo, caminar de manera ligera, hacer cinta, y nadar entre otros. Si le sumamos un entrenamiento de resistencia con pesas o con bandas elásticas para aumentar la masa muscular, y reducir la masa grasa abdominal, será más completo.

como_hacer_ejercicio_en_la_menopausia

Fuente: SaludUnComo

Otros Consejos útiles

Dormir lo suficiente intentando prestar atención a uno de los síntomas que se presentan durante esta etapa, el insomnio. Las personas que duermen pocas horas tienen niveles más altos de grelina, la” hormona del hambre “, y niveles más bajos de leptina, la hormona de la saciedad. Los sofocos y sudores nocturnos, la irritabilidad, y otros síntomas provocados por la caída de estrógenos, no ayudan a conciliar el sueño. Así que podemos recurrir a cualquier terapia para reducir el estrés como psicoterapia, acupuntura, yoga, que nos relaje.

Los-sofocos-y-sudores-nocturnos en la menopausia

Fuente: lumobodytech

Busca la motivación en tu nuevo estilo de vida, tanto en el ejercicio físico constante como en la alimentación, que debe ser consciente, comiendo con atención, despacio, con raciones ajustadas a la constitución de cada uno. Si no puedes tú sola, busca la ayuda de un nutricionista. Este nuevo estilo de vida debe ser duradero.

Comer por ansiedad en la Menopausia.

¿Cómo lo evito?

Desayuno correctamente, en el trabajo me tomo una fruta, mi comida es equilibrada, pero cuando llega la tarde….empiezo a picar, entro en un círculo vicioso, sigo comiendo hasta la noche y no puedo parar…¿Te sientes identificada con esta situación? Tranquila, no sólo te ocurre a ti.

Intervienen varios factores que regulan el apetito y la saciedad además de las hormonas grelina y leptina que ya he nombrado, como neurotransmisores. Uno de ellos, la serotonina, al final del día tiene un descenso brusco, y es fácil perder el control y comer por ansiedad. La serotonina regula el apetito, el estado de ánimo, el ritmo intestinal, emociones y la producción de melatonina.

El precursor de la serotonina es el aminoácido triptófano, y si incluimos alimentos ricos en triptófano en nuestra dieta, los niveles de serotonina serán mejores. No tires por la borda el esfuerzo de todo el día, ten siempre en la despensa los siguientes ingredientes para preparar una cena que te levante el ánimo!:

Verduras en general, legumbres, huevos, carne, pescado azul, frutos secos (pistachos, piñones), semillas de girasol y calabaza, piña y plátano y si estás en tu peso, una onza de chocolate puro.

alimentos-ricos-en-triptofano

Fuente: alimentosricos

 

Recetas que proponemos

Bibliografia

  • S. R. Davis, C. Castelo-Branco P. Chedraui, M. A. Lumsden and Col. Entendiendo el aumento de peso en la menopausia. CLIMACTERIC 2012;15:419–429
  • I. Pavón de Paz, C. Alameda Hernando y J. Olivar Roldán. Obesidad y menopausia. Servicio de Endocrinología. Hospital Universitario de Getafe. Madrid. Nutr. Hosp. vol.21 no.6 Madrid nov./dic. 2006
  • Wing RR, Matthews A, Kuller LH, Meilahn EN, Plantinga PL: Weight gain at the time of menopause. Arch Intern Med 1991; 151: 97-102
  • Varela Moreiras G.y Col. Guía de alimentación y menopausia http://www.aeem.es/documentos/descargasm/DecalogoAEEM.pdf
  • Villaverde Gutierrez C. y Col. Ejercicio físicom densidad mineral ósea y calidad de vida en mujeres menopaúsicas. Cultura, ciencia y deporte. Año1 Nº1 Murcia 2004 pag 21-24
  • D. Rojano y G.M. Vargas. Efectos de una dieta hipocalórica y de un programa de ejercicio físico de corta duración en el perfil lipídico y en la composición corporal de mujeres menopáusicas con sobrepeso. Rev Andal Med Deporte vol.7 no.3 Sevilla sep. 2014
  • Alexis Tapia S. Ansiedad, un importante factor a considerar para el adecuado diagnóstico y tratamiento de pacientes con sobrepeso y obesidad. Rev Chil Nutr Vol. 33, Suplemento Nº2, Noviembre 2006, pags: 352-357

 

 

 

 

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Dieta en diverticulosis © 2021

Dieta en diverticulosis © 2021

La DIVERTICULOSIS es la presencia de divertículos en el intestino grueso, son protuberancias o saquitos que se producen por un aumento en la presión interna de la pared del colon, provocando que las capas internas se hernien. Con una dieta pobre en fibra hay más probabilidad de tener estreñimiento y ello conlleva que para realizar las deposiciones se haga más esfuerzo, aumentando así la presión en el colon …

Meriendas saludables para niños y adultos

Meriendas saludables para niños y adultos

Aprovecho esta magnífica receta para recordar la merienda por excelencia para nuestros niños, el bocata de toda la vida, con pan pan (no de molde).Y como los mayores, tenemos que dar ejemplo, y que nos vean tomar SNACKS SALUDABLES, aquí van unas cuantas ideas para tomar a media mañana o media tarde, y aguantar perfectamente hasta la hora de la cena.

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Hábitos Alimenticios para las Dietas: consejos de Dietética y Nutrición.

Hábitos Alimenticios para las Dietas: consejos de Dietética y Nutrición.

Consejos sobre Nuevos Hábitos Alimenticios

Somos lo que comemos, pero lo que comemos nos puede ayudar a ser mucho más de lo que somos

 

 B1     Nuevos Hábitos Alimenticios  

 

PAUTAS FUNDAMENTALES PARA UNA BUENA ALIMENTACION

 

  • El problema con la comida no es la comida en sí misma sino nuestro vínculo con ella. Para tener una buena relación con la comida, hay que cambiar los hábitos alimentarios

  • Programa el menú de toda la semana con antelación, no dejes nada al azar.

  • Divide la comida en 5 comidas, bebe entre 8 y 10 vasos de agua al día, y pregunta a tu nutricionista sobre las raciones que te corresponden de macronutrientes.

  • La dieta debe ser variada, con una cantidad y distribución adecuada de nutrientes.

  • Aprovecha la fruta y verdura de temporada, una ingesta variada de proteína de origen vegetal (legumbre) y de proteína animal pescado, huevos, pollo y carnes no grasas.

  • Se debe limitar el consumo de calorías provenientes de azúcares y grasas saturadas y limitar el consumo de sal.

  • Adoptar un patrón de vida sana combinándola con actividad física ligera pero constante.

 

 

 

 B 1.1   Consejos sobre la Actividad Física

«Busca oportunidades para estar más activo durante el día»

  • Ponerse en acción es la mejor forma de prevenir el acumulo de tejido adiposo, que si sobre todo se localiza en el abdomen es el responsable de numerosos problemas de salud.
  •  Algunas recomendaciones sencillas propuestas por la American Heat Association (AMA) son usar ropa y zapatillas cómodas, comenzar lento, ir aumentando gradualmente hasta llegar a cumplir 30 minutos.
  • Si no tienes 30 minutos, hazlo en bloques de 15 minutos, pequeños ratos de actividad física se suman entre sí.
  • Toma agua antes, durante y después del ejercicio.
  • Busca oportunidades para estar más activo durante el día: camina cada día, elige escaleras antes que ascensor, pon música y baile en casa mientras realizas tareas domésticas. Haz descansos de 10 minutos para caminar, mientras miras la TV. 

 B 1.2   Consejos sobre tomar conciencia del momento de la comida 

«Alguien que Come Consciente es una persona Saludable»

 Alguien que Come Consciente es una persona que, por elección:

  • Pone su atención en la alimentación saludable en ese momento.
  • Pone atención plena en disfrutar de la experiencia sensorial (olor, textura, temperatura y sabor de los alimentos) para recuperar el placer de comer sin engullir, ni comer compulsivamente.
  • Saborea con calma cada bocado, sin distracciones ni TV, ni móvil, come sentado y dedica el tiempo necesario.
  • Aprende a reconocer las señales físicas del hambre y la saciedad para poder gestionarlas.
  • Distingue entre hambre emocional y hambre física identificando las situaciones que antes nos llevaban a comer para ahora solucionarlas de otra forma.

 B 1.3   Consejos sobre el Mantenimiento

«No dejes de acudir al nutricionista cuando hayas llegado al peso objetivo»

  • No dejes de acudir al nutricionista cuando hayas llegado al peso objetivo, el período de mantenimiento hay que trabajarlo igual o más.
  • Cocina con alimentos frescos, y aceite de oliva, vigilando la cantidad. Utiliza las técnicas de cocinado que te ha enseñado el nutricionista
  • En una celebración vigila la cantidad de tu ración, bebe mucha agua, levántate, corta los momentos de la sobremesa que te pueden hacer caer en la comida.
  • En resumen, de nada ha servido el adelgazamiento si no es perdurable en el tiempo. La diferencia entre el usted que entró en la consulta y el usted que salió de ella es “comer la mitad” y estar “el doble de atentos”
  • Tome una copa de vino tinto en las comidas. Se ha comprobado que el beber un poco de vino tinto en las comidas mejora la salud cardiovascular al mantener más limpias nuestras arterias. Ello se debe principalmente a las propiedades antioxidantes del vino. Sin embargo, por encima de los 30 gramos diarios el alcohol causa graves daños en el hígado, el cerebro y el corazón. No se pase.

 C 1.0   Pautas para prevenir la papada.

La formación de la papada se debe a dos factores: la acumulación de grasa y la perdida de tensión de la piel y músculos alrededor de la quijada, los cuales hacen que el tejido se cuelgue.

La buena noticia es que la papada puede ser prevenida o reducida con mucha facilidad. El área de la quijada es la zona del rostro que se modela con mayor facilidad y rapidez. Mientras más grande sea el músculo, más rápido responde éste al ejercicio. Los músculos del área de la quijada son músculos grandes y fuertes.

Haz este ejercicio reafirmante y sigue estos sencillos consejos muy pronto verás la diferencia.

 

    1.- Buena postura

    Mantén una buena postura no solo al caminar, sino también cuando estés sentada. Si pasas muchas horas frente a un monitor, mantén la nuca recta. Asegúrate que no estás inclinando la cabeza hacia adelante en dirección al monitor. Procura siempre que la pantalla esté a la altura de tu ojos. No solamente verás que con esta sencilla media previenes e impides que se forme una papada, sino que también tus hombros y nuca te lo agradecerán. Con una buena postura se elimina y previene tensión en cuello y hombros. Puede ser que al principio te sientas algo incomoda, pues tu cuerpo se ha acostumbrado a estar en una postura equivocada y tus músculos necesitan acostumbrase a la nueva postura. No te desesperes, si te cansa demasiado mantener todo el tiempo la postura correcta, ve haciéndolo de poco en poco, cada día notarás que tu cuerpo puede estar más tiempo en la postura correcta.

    2.- Duerme con una almohada delgada

    El dormir con almohadas altas hace que inclinemos la cabeza hacia adelante, lo cual es igual al estar caminado o estar sentadas en una postura incorrecta. Ahora imagina lo ocurre cuando duermes, mantienes durante 8 horas tu cabeza en una postura que favorece al desarrollo de la papada.

    3.- Hidrata tu piel

    Cuando apliques la loción hidratante a tu cara no te olvides de aplicarla también a tu cuello y en el área del escote. Al aplicar la loción en el cuello hazlo de abajo hacia arriba, en movimientos ascendentes, al llegar a la quijada desliza tus manos sobre la quijada hacia las orejas. Los movimientos deben ser siempre en dirección en la cual queremos modelar nuestro rostro.

    Si quieres conocer otros ejercicios de nuestra rutina de gimnasia Face Up para eliminar la papada y reafirmar los contornos del rostro, visita nuestra sección de ejercicios gratis o si lo prefieres adquiere el programa completo a precio de promoción. 

    Con gimnasia facial puedes modelar y rejuvenecer todo tu rostro. Adquiere el programa completo de ejercicios para todo el rostro y comienza a verte más joven hoy. Cada una de las presentaciones contiene 5 ejercicios para reafirmar y rejuvenecer cada una de las áreas del rostro: frente, mejillas, ojos, labios, quijada y cuello. No dejes pasar la venta de promoción. La gimnasia facial es realmente más económica y duradera que cualquier tratamiento reafirmante.

     

    Fuente: Gimnasia Facial  

     

     

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    Guías Dietéticas Americanas

    Guías Dietéticas Americanas

    " Una de nuestras joyas: la Dieta Mediterránea "

    Las Guías Dietéticas Americanas recomiendan la dieta Mediterránea.

     

    El objetivo de estas Guías Alimentarias es instaurar un patrón de alimentación que promueva la salud en general y ayude a prevenir enfermedades crónicas.

    Las Guías Dietéticas Americanas recomiendan la dieta Mediterránea.

    Guías Dietéticas Americanas

    Las Guías Dietéticas Americanas recomiendan la dieta Mediterránea.

     

    El pasado mes de enero, el Departamento de Salud y de Agricultura de Estados Unidos publicaron las Guías Alimentarias para el período 2015-2020 (http://www.health.gov/dietaryguidelines/2015/guidelines/), un documento en el que se ofrecen las pautas generales para fomentar hábitos alimenticios saludables y se analizan los hábitos alimentarios de los norteamericanos, estableciendo recomendaciones para adoptar un patrón de alimentación más saludable.

    El objetivo de estas Guías Alimentarias es instaurar un patrón de alimentación que promueva la salud en general y ayude a prevenir enfermedades crónicas.

    Estas guías que recomiendan nuestra dieta mediterránea, incluyen 5 objetivos generales y algunas recomendaciones

    Objetivos generales

    • Seguir una dieta sana a lo largo de la vida
    • La dieta debe ser variada, con una cantidad y distribución adecuada de nutrientes
    • Se debe limitar el consumo de calorías provenientes de azúcares y grasas saturadas. Se debe limitar el consumo de sal.
    • Seleccionar tanto comida como bebidas sanas
    • Utilizar patrones de alimentación sanos para todos los grupos de la poblacióndieta-mediterranea

    Recomendaciones

    Adoptar un patrón de alimentación sano con un apropiado consumo calórico:

    • Variedad de vegetales de todos los grupos verdes, rojos y naranjas, legumbres (judías y guisantes), con almidón y otros.
    • Fruta, especialmente natural
    • Cereales, la mitad de los cuales deben ser completos
    • Lácteos, con contenido bajo en grasa, tales como leche, yogurt, queso y bebidas de soja
    • Ingesta variada de proteína de origen vegetal (judías y guisantes), nueces y productos de soja y de proteína animal, incluyendo pescado, huevos, pollo y carnes no grasas.
    • Aceite

    Un patrón de alimentación sano limita el consumo de grasas saturadas, grasas trans, azúcares y sodio.

    Fuente: infosalus.com

     

    Las guías americanas de nutrición recomiendan la dieta mediterránea

    Mi consulta de nutrición está en Ciudad Universitaria, y a diario observo grupos de estudiantes, muchos de ellos americanos, por la cercanía de la Universidad de Sant Louis.

    A menudo hablo con alguna alumna que conozco por haber venido a perder peso; y me llama la atención lo felices que son estos estudiantes aprendiendo nuestro idioma, nuestras costumbres y conociendo nuestra ciudad…conocimientos que se llevarán a sus respectivos países cuando terminen su estancia en Madrid.

    Pero, curiosamente, les cuesta llevarse una de nuestras joyas, la dieta mediterránea. Mientras estudian en nuestra ciudad, siguen comiendo a su estilo, y al mismo tiempo el gobierno americano ha editado hace unos meses unas guías dietéticas que promueven y recomiendan una alimentación de estilo mediterráneo.

    Elena Nuñez, 2016

     

     

    DIETARY GUIDELINES FOR AMERICANS 2015-2020 EIGHTH EDITION

    My nutrition office is in University City, and daily observe groups of students, many of them Americans, by the proximity of the University of Sant Louis. I often talk with a student who I’ve known for coming to lose weight; and it strikes me how happy they are these students learning our language, our customs and knowing our city … knowledge that will be their home countries when they finish their stay in Madrid.

    But, interestingly, it costs them take one of our jewels, the Mediterranean diet. While studying in our city, still they are eating their style, while the US government has released few months ago some dietary guidelines that promote and encourage a Mediterranean-style food.Las Guías Dietéticas Americanas recomiendan la dieta Mediterránea.

    Last January, the Department of Health and Agriculture of the United States published the Dietary Guidelines for the Period 2015-2020 (Access Through http://www.health.gov/dietaryguidelines/2015/guidelines/), document where Promoting Healthy Eating Habits are offered and eating habits of Americans are analyzed, establishing recommendations to adopt a healthier eating pattern.

    The Dietary Guidelines is an important part of a complex and multifaceted solution to promoting health and helping to reduce the risk of chronic disease.
    These guidelines recommend the Healthy Mediterranean-Style Eating Pattern.

     

     

     

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    La dieta para el cancer de colon.

    La dieta para el cancer de colon.

    Dieta para el Cancer de Colon

    La dieta para el cancer de colon.

    Autores: L. Rodrigo y S. Riestra

    Revista Española de Enfermedades Digestivas

    Dieta y cáncer de colon

    Servicio de Aparato Digestivo. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo

    El carcinoma colorrectal (CCR) es una de las neoplasias más prevalentes en los países occidentales y en nuestro país concretamente, es la segunda causa más frecuente de cáncer entre todos los tipos de tumores malignos, estando precedida únicamente por la localización en pulmón en varones y por la mama en la mujer. Su incidencia en España se estima en unos 25.000 casos diagnosticados por año, con una mortalidad de alrededor del 50%, lo que representa que unos 12.500 pacientes fallecen anualmente por CCR en nuestro país, representando por tanto, la segunda causa de muerte por cáncer a nivel nacional (1)

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    Aunque la mayoría de los casos (70-75%) corresponden a formas esporádicas, en las que por el momento se desconocen cuáles son los factores predisponentes para su desarrollo, en el 25-30% restante puede existir una historia familiar que favorezca el desarrollo y aparición de esta neoplasia.

    Así en el 3-5% de los casos el CCR aparece en el contexto de una enfermedad con una base hereditaria conocida, fundamentalmente la poliposis adenomatosa familiar (PAF) cuya prevalencia es del 1%, o en el seno de una forma de CCR hereditario no asociado a poliposis (CCHNP) o síndrome de Lynch, cuya prevalencia en nuestro país es del orden del 2,5%, como ha sido elegantemente demostrado a través de un excelente estudio multicéntrico nacional, denominado Epicolon I, llevado a cabo con dicha finalidad por un grupo colaborativo dentro de la Asociación Española de Gastroenterología (2). Esta cifra es ligeramente inferior a la registrada en países americanos y europeos, con la excepción de Italia (3-5). En menos del 1% el CCR aparece en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (Fig. 2).

    Relación entre pólipos de colon y desarrollo de CCR

    El término «pólipo» comprende cualquier crecimiento circunscrito que hace protrusión desde la pared hacia la luz intestinal. Dependiendo de su naturaleza histológica, los pólipos colorrectales se clasifican en neoplásicos y no neoplásicos.

    Los pólipos neoplásicos del colon incluyen fundamentalmente a los adenomas (tubulares, túbulo-vellosos y vellosos) que representan entre el 70-80% de todos los pólipos colorrectales, mientras que los restantes no neoplásicos comprenden los hiperplásicos, serrados, juveniles, inflamatorios y hamartomatosos.

    Los adenomas son las lesiones precursoras de la mayoría de los CCR detectados en el mundo occidental. Actualmente se acepta que la gran mayoría de CCR se producen como consecuencia de alteraciones genéticas que conducen a la transformación del epitelio colónico, primero en adenoma y finalmente en adenocarcinoma. La poliposis adenomatosa familiar (PAF) es una enfermedad hereditaria, que se transmite con carácter autosómico dominante, y que está causada por mutaciones heredadas en el gen APC (adenomatous polyposis coli). Su frecuencia es baja y representa aproximadamente el 1% de todos los casos de CCR, caracterizándose por la aparición de múltiples pólipos adenomatosos del colon (más de 100), en edades tempranas de la vida, y con un riesgo de desarrollar CCR del 100% (6). El conocimiento de los mecanismos genéticos que llevan al desarrollo de CCR en la PAF ha permitido conocer mejor cuáles son las etapas en el proceso de carcinogénesis colónica. El primer paso consiste en la inactivación del gen supresor APC, sumándose posteriormente la activación del oncogen K-Ras y la inactivación de otros genes supresores (TP53, SMAD4 y otros); todo ello conduce al desarrollo del carcinoma colorrectal (Fig. 3).

    Además del anterior proceso de carcinogénesis, existe otra vía alternativa que consiste en la acumulación de mutaciones en fragmentos repetitivos del ADN (microsatélites), como consecuencia de la alteración de los mecanismos responsables de la reparación de los errores de replicación del ADN. Esta vía, denominada mutadora, tiene lugar principalmente en los pacientes portadores de un carcinoma hereditario no polipoideo (CCRHNP) (7).

    El 20-40% de la población asintomática mayor de 50 años, presenta adenomas colorrectales. Sin embargo, aproximadamente el 80% presenta sólo uno o dos pólipos y estos son de pequeño tamaño (< 1 cm), con un bajo potencial de malignización. Los adenomas que presentan un alto riesgo de poder convertirse en CCR, son aquellos que tienen un tamaño superior a 1 cm, presentan displasia grave de alto grado (carcinoma in situ) o carcinoma invasor, por lo que se les denomina genéricamente como adenomas avanzados. Aproximadamente el 5% de los adenomas colorrectales presentan transformación carcinomatosa (8). El crecimiento de estas lesiones es lento, de forma que un pólipo menor de 1 cm, tarda aproximadamente entre 5-10 años en malignizarse (9).

    La evidencia abrumadora existente en la actualidad sobre el importante papel que desempeñan los pólipos adenomatosos del colon en la carcinogénesis colónica, señala bien a las claras que las estrategias de prevención del CCR, estén dirigidas preferentemente a la detección precoz de estas lesiones.

    Prevención primaria del CCR

    Además del diagnóstico precoz de las lesiones precursoras del CCR (adenomas), existen otras estrategias que pretenden disminuir el riesgo de desarrollo de CCR (prevención primaria), como son la quimioprofilaxis con AAS o COXIB (inhibidores de la COX-2) y las modificaciones en los hábitos de vida y dietéticos; esta última aproximación se fundamenta en la existencia de factores ambientales en el CCR. Existen grandes diferencias geográficas en la incidencia y mortalidad de este tipo de cáncer entre diversos países y razas a nivel mundial, observándose un incremento progresivo en el número de casos en diversos lugares y registrándose un evidente aumento en la incidencia entre los emigrantes procedentes de áreas de bajo riesgo, cuando se trasladan a vivir a otros países de riesgo más elevado, lo que habla claramente a favor de la gran influencia que desempeñan diversos factores ambientales en su presentación y desarrollo.

    Influencia del estilo de vida: consumo de tabaco y alcohol, actividad física y obesidad

    Las diferencias existentes en los estilos de vida de las diversas poblaciones a nivel mundial pudieran desempeñar un papel importante en el riesgo de desarrollo de CCR; así el consumo de tabaco y alcohol, la falta de actividad física y la obesidad, constituyen por sí solos y también asociados, factores de riesgo para el desarrollo del CCR (10). La exposición a los productos derivados del tabaco de forma temprana, se asocia con un riesgo aumentado para el desarrollo del carcinoma colorrectal.

    Así por ejemplo, es bien conocido que el consumo excesivo de alcohol es un factor de riesgo, tanto en hombre como en mujeres, para el desarrollo de cáncer de colon y de recto. Un reciente análisis conjunto de 8 estudios de cohorte, que incluía medio millón de personas de 5 países distintos (11), mostró que el riesgo estaba aumentado a partir de un consumo de 30 gramos de alcohol por día, y era independiente del tipo de bebida consumida.

    La relación entre actividad física y CCR no está bien aclarada, pues si bien los estudios caso-control encuentran un efecto protector, no ocurre lo mismo con los estudios de cohortes; por otra parte, la actividad física no parece influir en el desarrollo de cáncer de recto (12). Diversos estudios epidemiológicos han puesto en evidencia la existencia de una relación clara entre sobrepeso y obesidad y el riesgo de cáncer de colon (no de recto) en hombres (no en mujeres) (13), y esta asociación es más pronunciada en personas con escasa actividad física.

    El fenómeno de «resistencia a la insulina» parece que puede jugar un cierto papel, pues la exposición del colonocito a concentraciones elevadas de insulina induce un efecto mitogénico en estas células, mientras que la exposición a la glucosa y ácidos grasos se relaciona con alteraciones metabólicas y aumento del estrés oxidativo (14). Por otra parte, los pacientes obesos presentan un riesgo aumentado para desarrollar complicaciones tras cirugía abdominal, incluyendo infección y dehiscencia de suturas, presencia de linfedema, aparición de otros cánceres y complicaciones relacionadas con las enfermedades crónicas que se asocian frecuentemente con los pacientes obesos sin cáncer, tales como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. Los mecanismos propuestos para explicar la asociación entre obesidad y peor pronóstico (15), incluyen un incremento en el tejido adiposo de las concentraciones de estrógenos y testosterona, insulina, factores de crecimiento relacionados con la insulina (IGF), leptina y diversas citoquinas. Como mecanismos adicionales se postula una disminución en la función immune en general, una peor dosificación de los fármacos empleados (especialmente los quimioterápicos) y diferencias en la actividad física y accidentes trombóticos y cardiovasculares en pacientes con sobrepeso, comparados con controles.

    Es interesante recordar que la diabetes mellitus y el CCR comparten varios factores de riesgo, habiéndose demostrado que los niveles de péptido C en plasma constituyen por sí solos, un factor predictivo de aparición y desarrollo del CCR, independiente del índice de masa corporal (16).

     

    Frutas, vegetales y fibra

    Aunque hasta hace pocos años, relativamente, se había asumido a partir de estudios caso-control que la ingesta de fruta y vegetales disminuiría el riesgo de CCR, los estudios de cohortes han mostrado resultados discordantes (efecto beneficioso en unos y ningún efecto en otros). Tomados en conjunto, el consumo de estos alimentos podría tener, quizás, un pequeño papel preventivo en el desarrollo del CCR (17).

    Se ha relacionado la ingesta de fibra con una disminución del riesgo de CCR en base a evidencias epidemiológicas (menor incidencia de CCR en sociedades subdesarrolladas en las que hay una importante ingesta de fibra) y a teorías patogénicas (tránsito intestinal acelerado que impediría el contacto de los carcinógenos con la mucosa del colon). Estudios caso-control mostraron un efecto protector de la fibra, mientras que un reciente análisis conjunto de los estudios de cohorte publicados, que incluyó más de 8.000 casos, no pudo demostrar este efecto beneficioso (18). Una explicación de los distintos efectos publicados podría ser que aunque la cantidad de fibra sea la misma en las cohortes analizadas, la composición de la misma puede ser muy diferente (fibra soluble o no soluble, de origen en cereales, frutas o vegetales). Por otra parte, los suplementos de fibra no han sido eficaces en la prevención de la recurrencia de los adenomas de colon (19).

     

    Relación con el consumo de carne roja y grasa

    Al igual que ocurría con los anteriores nutrientes, los estudios sobre la relación entre consumo de carne roja (ovino, bovino y porcino) y CCR muestran resultados dispares, probablemente por la inclusión de carnes procesadas o manufacturadas (por ejemplo, salchichas) en algunos de ellos, y por la distinta forma de preparación de las carnes. Los estudios más recientes con cohortes amplias sí muestran una asociación débil entre consumo de carne roja y CCR (20).

    Se cree que los distintos métodos de preparación de la carne roja (frita, parrilla) van a generar distintas sustancias mutagénicas (aminas heterocíclicas, hidrocarbonos aromáticos policíclicos) dentro de la carne; por otra parte, es posible que personas con un genotipo acetilador rápido sean más susceptibles a estos carcinógenos de la carne.

    Parece existir una asociación clara entre consumo de carnes procesadas y riesgo de CCR, que se ha llegado a cuantificar en un incremento del 50% para una ingesta diaria de 25 g de este tipo de carne (20). Se especula que este riesgo es debido a la presencia de nitrosaminas en la carne curada.

    La ingesta de grasa no se ha podido relacionar con un mayor riesgo de CCR.

    Lácteos y calcio

    El consumo de productos lácteos se ha asociado en un análisis conjunto de 10 estudios de cohorte que incluían 5.000 casos, con una disminución de un 11% del riesgo de CCR (21). Esta asociación se ha visto también con los suplementos de calcio, que disminuyen en un 19% la recurrencia de adenomas de colon respecto a un grupo con placebo (22).

    Comentarios al trabajo español actual publicado sobre el tema

    En el presente número de la revista, Solera Albero y cols. presentan los resultados de un estudio poblacional, transversal, a nivel de Atención Primaria en tres zonas de la provincia de Albacete, sobre la influencia de ciertos hábitos de vida y dietéticos en el riesgo de desarrollar CCR (23). Realizaron una encuesta a través de un cuestionario escrito en 414 individuos diagnosticados de cáncer colorrectal, mayores de 50 años, de los que 55% eran varones y 45% mujeres, con una análisis estadístico multivariante y de regresión logística, en el que analizan diversas variables tanto de estilo de vida, como del tipo de alimentación. Obtienen una correlación significativa con distintas variables esperadas, tales como la presencia de antecedentes familiares de primer grado, un cierto grado de sedentarismo y un moderado o elevado consumo de alcohol.

    Curiosamente los autores encuentran una relación directa con el consumo diario de agua y por encima de los 2 litros al día, observan una mayor incidencia de CCR.

    Asimismo observan una cierta correlación con el consumo de pasta, arroz y huevos. Hubiese sido interesante separar el consumo de pasta (hecha con cereales que contienen gluten) del arroz (por no contener gluten) y resulta curiosa también la asociación encontrada con el consumo de huevos, que resulta de difícil explicación.

    Al igual que otros estudios internacionales no encuentran una clara relación con el consumo de fibra vegetal, carne roja o pescados y es interesante el probable efecto beneficioso observado con el consumo de aceite de oliva.

    Es de resaltar la gran dificultad existente en la realización de este tipo de estudios epidemiológicos, basados en encuestas poblacionales en grupos de riesgo, máxime con el amplio abanico de cuestiones planteadas y la variabilidad y riqueza de la dieta española. Ello hace que el intentar establecer correlaciones de causalidad, sea extremadamente difícil, por el importante sesgo que supone de por sí, el contestar con rigor y fiabilidad a las diferentes preguntas que la componen.

    Ello, no obstante, no resta ni un ápice de mérito e interés a la calidad del trabajo realizado y al gran esfuerzo llevado a cabo, en el diseño, ejecución e interpretación de los resultados obtenidos. Es justo decir que se trata del primer trabajo llevado a cabo en España sobre este interesante tema y que debería servir de ejemplo y estímulo para la realización de otros posteriores en diversas regiones de nuestro país.

    Existe una enorme falta de interés en nuestro medio por este tipo de trabajos epidemiológicos y una auténtica sequía de publicaciones realizadas sobre este tema en lengua española. Así en una búsqueda reciente llevada a cabo en el buscador bibliográfico médico internacional más utilizado PUBMED, bajo los indicadores de «Dieta y cáncer de colon», sólo hemos podido encontrar 6 publicaciones en español, frente a un total de 2.483 realizadas en inglés.

    Curiosamente la última publicación española fue realizada hace veinte años por el grupo del Dr. Pajares del Servicio de Digestivo del Hospital de La Princesa de Madrid, en el que en un estudio retrospectivo describieron los cambios observados en la frecuencia del cáncer de colon y gástrico en su hospital, en un periodo de 20 años (1960-79) en el que ya se comenzaba a ver un descenso progresivo en la incidencia del cáncer de estómago asociado con un aumento correspondiente del cáncer de colon, con un cruce en sus rectas (una descendente y otra descendente) que se mantienen mucho más claramente hasta la actualidad (24).

    Hay que recordar también que existe una excelente revisión sobre este tema publicada recientemente, hace dos años, en las que se analizan de forma detallada los diversos factores dietéticos posiblemente implicados (25).

    Aunque existen muchos mecanismos por aclarar, existe una cierta evidencia procedente de diversos estudios epidemiológicos y experimentales, que diversos factores dietéticos, ambientales y relacionados con el estilo de vida tienen una gran influencia en el desarrollo del CCR.

    De los micronutrientes y vitaminas analizados, el que presenta un mejor perfil protector por el momento es el ácido fólico y su efecto beneficioso está siendo estudiado en diversos estudios controlados que se están llevando a cabo en la actualidad.

    Confiemos que la publicación de este trabajo, sirva de acicate a nuevos grupos de trabajo para al realización de diversos estudios a nivel nacional, que intenten encontrar correlaciones interesantes entre la dieta y el CCR (no olvidemos que el 70% de los casos son esporádicos) y que incluso pudieran demostrar el posible efecto beneficioso de la dieta mediterránea en su prevención.

     

    Bibliografía

     

    1. Castells A, Marzo M, Bellas B, Amador F, Lanas A, Mascort J, et al. Guía de práctica clínica en prevención del cáncer colorrectal. Gastroenterol Hepatol 2004; 27: 573-634.

    2. Piñol V, Andreu M, Castells A, Payá A, Bessa X, Jover R. Frequency of hereditary non-polyposis colorectal cancer and other colorectal cancer familial forms in Spain. A multicenter, prospective, nation-wide study. Gastrointestinal Oncology Group of the Spanish Gastroenterological Association. Eur J Gastroenterol Hepatol 2004; 16: 39-45.

    3. Hampel H, Frankel WL, Martin E, Arnold M, Khanduja K, Kuebler P, et al. Screening for the Lynch syndrome (hereditary nonpolyposis colorectal cancer). N Engl J Med 2005; 352: 1851-60.

    4. Lindor NM, Burgart LJ, Leontovich O, Goldberg RM, Cunningham JM, Sargent DJ, et al. Immunohistochemistry versus microsatellite instability testing in phenotyping colorectal tumors. J Clin Oncol 2002; 20: 1043-8.

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    6. Pares D, Pera M, González S, Pascual Cruz M, Blanco I. Poliposis adenomatosa familiar. Gastroenterol Hepatol 2006; 29: 625-35.

    7. Lynch HT, De la Chapelle A. Hereditary colorectal cancer. N Engl J Med 2003; 348: 919-32.

    8. Anwar S, White J, Hall C, Farrell WE, Deakin M, Elder JB. Sporadic colorectal polyps: Management options and guidelines. Scand J Gastroenterol 1999; 34: 4-11.

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    10. Martinez ME. Primary prevention of colorectal cancer: Lifestyle, nutrition, exercise. Recent Results Cancer Res 2005; 166: 177-211.

    11. Cho E, Smith-Warner SA, Ritz J, Van den Brandt PA, Colditz GA, Folsom AR, et al. Alcohol intake and colorectal cancer: A pooled analysis of 8 cohort studies. Ann Intern Med 2004; 140: 603-13.

    12. Van den Brandt PA, Goldbohm RA. Nutrition in the prevention of gastrointestinal cancer. Best Pract Res Clin Gastroenterol 2006; 20: 589-603.

    13. Bergstrom A, Pisani P, Tenet V, Wolk A, Adami HO. Overweight as an avoidable cause of cancer in Europe. Int J Cancer 2001; 91: 421-30.

    14. Gunter MJ, Leitzmann MF. Obesity and colorectal cancer: Epidemiology, mechanisms and candidate genes. J Nutr Biochem 2006; 17: 145-56.

    15. McTiernan A. Obesity and cancer: The risks, science, and potential management strategies. Oncology 2005; 19: 871-81.

    16. Ma J, Giovannucci E, Pollak M, Leavitt A, Tao Y, Gaziano JM, et al. A prospective study of plasma C-peptide and colorectal cancer risk in men. J Natl Cancer Inst 2004; 96: 546-53.

    17. Park Y, Hunter DJ, Spiegelman D, Bergkvist L, Berrino F, Van den Brandt PA, et al. Dietary fiber intake and risk of colorectal cancer: A pooled analysis of prospective cohort studies. JAMA 2005; 294: 2849-57.

    18. Alberts DS, Martínez ME, Roe DJ, Guillén-Rodríguez JM, Marshall JR, Van Leeuwen JB, et al. Lack of effect of a high-fiber cereal supplement on the recurrence of colorectal adenomas. Phoenix Colon Cancer Prevention Physician´s Network. N Engl J Med 2000; 342: 1156-62.

    19. Norat T, Bingham S, Ferrari P, Slimani N, Jenab M, Mazuir M, et al. Meat, fish and colorectal cancer risk: The European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition. J Natl Cancer Inst 2005; 97: 906-16.

    20. Sandhu MS, White IR, McPherson K. Systematic review of the prospective cohort studies on meat consumption and colorectal cancer risk: A meta-analytical approach. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 2001; 10: 439-46.

    21. Cho E, Smith-Warner SA, Spiegelman D, Beeson WL, Van den Brandt PA, Colditz GA, et al. Dairy foods, calcium and colorectal cancer: A pooled analysis of 10 cohort studies. J Natl Cancer Inst 2004; 96: 1015-22.

    22. Baron JA, Beach M, Mandel JS, Van Stolk RU, Haile RW, Sandler RS, et al. Calcium supplements for the prevention of colorectal adenomas. Calcium Polyp Prevention Study Group. N Engl J Med 1999; 340: 101-7.

    23. Solera Albero J, Tárraga López PJ, López Cara MA, Celada Rodríguez A, Cerdán Oliver M, Ocaña López JM. Influencia de la dieta y los estilos de vida en el cáncer colorrectal. Rev Esp Enferm Dig 2007; 99: 190-200.

    24. Maté Jiménez J, Rodríguez Muñoz S, Mearin F, Pajares JM. Frecuencia del carcinoma de colon y de estómago en el período 1960-1979 en relación con los cambios dieteticos y migratorios. Rev Esp Enferm Dig 1987; 71: 31-7.

    25. Franco A, Sikalidis AK, Solís Herruzo JA. Colorectal cancer: influence of diet and lifestyle factors. Rev Esp Enferm Dig 2005; 97: 432-48.